A veces...





A veces me agotan los que se aferran a sus ideales como si no hubiera aire que respirar. A veces me asusta el vuelo de un pajarillo, a veces el mecerse de una flor, a veces el rumor de un arroyo; creo que estoy dejando de ser humano. A veces me asombro mirándome el interior y riendo y saltando pongo en fuga la tristeza que albergue. A veces cruzo calles sin rumbo, bosques sin sombra, puertas sin umbral. A veces busco en unos ojos algo que sea distinto y ¡es todo tan parecido!.  A veces me enamoro y al rato estoy igual y no dejo de ser yo. A veces grito y ni yo me oigo; voy a tener que ladrar para sentir algo. A veces te digo que, si te vas, te lleves tus besos que ya no quiero pesos que el alma tensen. A veces vuelves y llegas a mí en la madrugada como la soledad última que a todos nos espera. A veces me canto y haciendo palmas bailo sobre la escombrera asentando un firme suelo sobre el que echar a volar. A veces bebo hasta matarme y fumo para recuperar el aliento y me siento vivo con cada puñalada y añoro las lágrimas y escucho el latir de mi corazón que aún se encabrita si le hablas y encalo las tapias de mi pensamiento para ocultar el rastro que dejan en ellas mis correrías de perro vagabundo.

Jto