Desconocida

 
No me mires así, mujer, que me desato y suelto no respondo de mí que para pararme tuve ayer tiempo y hoy no es momento sino para ti. ¿Y si al alba somos dos desconocidos? Aun recordaré que la noche nos lo dio todo y, si algo quiso guardarse, se lo arrebaté a punta de labios bandoleros. Todo por una mirada, te advertí, que me compró el alma y me dejó vendido. Y volveré a tomar al asalto ese cuerpo que me ata el corazón y moriré entre esas piernas y levantando la cabeza tomaré otra calada de tu aliento, sustento y alimento de mi ser. Y volveremos a dejar como un síndone las sábanas gastadas que nos cobijan y nos reíremos al sentir correr los potros por las venas. ¿Y si al alba somos dos desconocidos? Haremos lo posible por volver a conocernos.

                                                                                                                                                Jto

No hay comentarios:

Publicar un comentario