Jto
Perkaleo
Me he
propuesto una búsqueda para los próximos días. Tengo que conseguir una
cierta cantidad de tarros grandes, de esos transparentes, con cierre de
ballestilla y el reborde de la tapa amortiguado por goma. Han de ser
tarros perdurables, resistentes aunque también hermosos, de formas
sencillas pero bellas, de redondeadas aristas. No importa su peso ni el
color de su vidrio pues para un daltónico el
color es lo menos importante. No importa tampoco su precio pues lo que
pienso atesorar en ellos incrementará su valor exponencialmente. Y es
que necesito muchos pues últimamente estoy a rebosar de buenos momentos,
de buenos sentimientos, de agradables veladas, de amistad y ¿por qué no
decirlo? de cariño. Y estoy que no me entra el corazón en el pecho, si,
ese mismo que se desboca cuando oye su voz, ese mismo que me late
aunque me mate, ese mismo que salta y brinca cuando la veo llegar, ese
mismo que estalla con un sí y no se mata con un no. Y todo eso lo quiero
guardar en esos tarros para, como dice el poeta, cuando no esté poder
untar con algo dulce el agrio vacío.
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